La Aprilia RSV4 Factory de Max Biaggi parece marcada por el estigma de la sospecha. Al parecer, una verificación posterior realizada en Assen reveló una irregularidad en la bomba de la inyección, que debe ser de serie.
Después de haber puesto bajo sospecha a la nueva Honda RC212V, por la presunta irregularidad de su embrague –que fue desmentida completamente por el vicepresidente de HRC, Shuhei Nakamoto-, ahora las miradas inquisidoras se centran en la Aprilia RSV4 Factory de Max Biaggi, sobre la que se ha comenzado a cuestionar su legalidad. Aprilia ha tenido que renunciar a la distribución por cascada de engranajes introducida a mitad de temporada porque la nueva reglamentación de SBK obliga a emplear el mismo sistema de la moto de serie. Sin embargo, lo que se cuestiona es la legalidad de la bomba de la inyección, que el nuevo reglamento de SBK obliga a que sea de serie. Lógicamente, esta modificación afecta a todos los fabricantes, pero sólo se ha señalado a Aprilia.
Según Sportbikes.fr, en la verificación posterior a la carrera, se comprobó que la moto de Biaggi monta una bomba de inyección diferente a las que emplean Camier y Haga, más ligera y que necesita menos energía. Según este medio, los comisarios técnicos no han sancionado a Aprilia, pero le obligan a cambiar el sistema para la carrera de Monza. Gigi Dall’Igna, responsable técnico de la marca italiana, se ha apresurado a desmentir cualquier irregularidad, mostrando su perplejidad sobre semejantes acusaciones, asegurando que se trataba de una confusión debido a la fecha de fabricación que figuraba en la pieza.
Parece como si la sospecha estuviera siempre persiguiendo a la RSV4 Factory. Ya desde 2009, cuando la Aprilia entró en el campeonato, lo hizo bajo la sospecha de no haber homologado la cantidad de unidades requeridas por el reglamento. Y en 2010, tuvo que retrasar el uso de la distribución por cascada de engranajes hasta que la FIM lo autorizó, aunque esta temporada lo ha declarado ilegal.
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