El mercado de las motos en la Argentina alcanzó niveles récord. Para el cierre de 2011, la cantidad de motos vendidas alcanzó 722.300 unidades, un 28,6% más que en 2010, y se estima que el crecimiento continuará durante 2012.
Uno de los segmentos que parecen encontrar una ruta de crecimiento es el de los scooters. Aunque las calles de la ciudades argentinas no se parecen demasiado a las europeas, ni en calidad ni en tamaño, los embotellamientos, los piquetes o el precio de los estacionamientos son razones suficientes para que cada vez gane más espacio entre los consumidores.
A esto se le sumó la reaparición del modelo Vespa, la mítica marca italiana, que fue adoptada entre personajes mediáticos y empresarios jóvenes e impusieron una nueva moda.
La moto italiana cotiza alrededor de los u$s 6.600 en su versión más accesible y, pese a que el precio la pone por arriba de la gran mayoría de los scooters, “se vendieron 250 unidades durante 2011 y el inicio de este año ha sido más que alentador, al haber pre vendido ya, y antes de que lleguen al país, las 80 unidades correspondientes al mes de enero”, explicó a El Cronista Jorge Seoane, Gerente de Ventas de Motomel. Motomel es representante exclusivo de Piaggio en la Argentina.
El scotter italiano abrió un nicho de mercado que la nacional Zanella busca explotar con una versión propia muy similar a la italiana y lanzó el Styler 125 Exclusive, una edición especial de scooter “con un novedoso diseño retro italiano”. La diferencia no solo radica en que una es de producción italiana y la otra local, sino que también se nota en el precio. El scooter Zanella cotiza 2.000 dólares.
“Apuntamos a un público de clase media o media alta que le parece excesivo el precio de la Vespa”, explicó Cecilia Fraire, directora comercial de Zanella. “La gente buscaba un scooter clásico y accesible, y este tiene una línea bien italiana”, agregó.
Para Facundo Lippo, gerente de marketing de la marca argentina, “se trata de productos clásicos que nunca pierden vigencia y que continúan despertando el interés en consumidores de un amplio segmento etáreo”. “El objetivo de los modelos retro como el Styler 125 Exclusive es recuperar el glamour que caracterizó una época a nivel mundial adaptado al mundo contemporáneo”, agregó.
Esta no es la primera vez que la moto italiana impone un estilo en la Argentina. La mítica Siambretta fue pionera en el estilo en el mercado local. Construida por Siam bajo licencia de Lambretta, el scooter era la versión local de las “Lambrettas” y “Vespas” europeas.
Pero no fue la única que se fijo en el modelo nacido después de la Segunda Guerra Mundial en Roma y que cuanta la leyenda que su nombre nació de la exclamación que hizo Enrico Piaggio al ingeniero aeronáutico Corradino D’Ascanio cuando vio el primer modelo “Bello, sembra una vespa” (Bonito, parece una avispa, en italiano).
Para el gerente de ventas de Vespa en el país la versión de Zanella “no solo que es muy parecida, sino y como varios productos de origen asiático, es un ‘clon’ del modelo original”.
“Es innegable, que el éxito de nuestra marca en estos años ha empujado a otras a introducir modelos que son scooters básicos, con un carrozado fácilmente reconocido intentando captar a un publico que por diversas cuestiones ve al modelo ‘original‘ fuera del alcance de su bolsillo”. “De todos modos, al público de Vespa no lo atraen estas copias, quiere el ‘original‘, por el encanto y la aureola especial que la marca posee”. “Con las Vespa, uno no compra sólo una motocicleta compra una moto y su historia”. “Ambas motos son completamente distintas”, sentenció.
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