El ajustado presupuesto del equipo Tech3 ha forzado a la escudería a renunciar a la última actualización de frenos Brembo. Andrea Dovizioso ha decidido pagarlo de su bolsillo, pero Cal Crutchlow no. Casey Stoner le asegura que no vale la pena el cambio.
Tech3 es la escudería satélite que mejor partido le está sacando al material que dispone. Cal Crutchlow y Andrea Dovizioso son cuarto y quinto, respectivamente, superando a varias motos de fábrica y todas las satélite. Las Yamaha M1 del equipo tienen pequeñas diferencias con respecto a las motos de fábrica, y una de ellas son los frenos. Disponen de las pinzas Brembo estándar, y aunque existe una actualización mejor, que cuenta con una superficie de trabajo un 20 por ciento mayor y ofrece un 6 por ciento más de potencia de frenada, el equipo no tiene la capacidad económica como para incorporar esta mejora técnica, así que ha dicho a sus pilotos que el que quiera la mejora la tendrá que pagar. Y así lo ha hecho Dovizioso, que ha desembolsado los casi 60.000 euros que cuestan el material y la asistencia.
Pero Crutchlow se ha plantado, e incluso se siente molesto por el hecho de tener que preocuparse de estos detalles y que el coste de la mejora corra de su cuenta. La situación es muy comentada en el "paddock" y en las redes, y hoy ha terciado en el debate el propio Casey Stoner, que a través de su cuenta en Twitter ha recomendado a Crutchlow no preocuparse por el tema: "No te vayas a pensar que todo lo nuevo es mejor. Yo sigo usando los viejos. No me gustan los nuevos, no tienen ninguna ventaja", dijo Stoner. Y si él lo dice...
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