
Como siempre luego de cada gran premio, el analisis de Mario Diez de Dorna Sports.
TRIUNFO IMPECABLE DE VALENTINO POR 0.099
La mano de Valentino es la clave para comprender este triunfo impecable sobre Jorge Lorenzo por apenas 0.099, en una carrera que, The Doctor manejó a sus antojo, cediendo el liderazgo, para apreciar el potencial de sus adversarios –Stoner y Lorenzo– y recuperando la punta para mantener el control de la carrera. Si bien Lorenzo, espero hasta el final para definir, Valentino le cerró todos los espacios posibles. El italiano se afirmó en la punta del Campeonato.
Marco Simoncelli y Julián Simón, en la 250 y 125, copiaron la perfomance de Rossi: conectaron pole position y carrera.
La determinación de ganar guía la mano del piloto. Hubo dos últimas imágenes de Valentino Rossi en la grilla, antes de subirse a su Yamaha YZR M1 Nº 46, que mostró la televisión. En la primera, se lo pudo ver al italiano en esa íntima ceremonia, agachado frente a su máquina, en un rito obligado, mezcla de elongación física con fervor casi religioso, donde pareciera pedirle a la moto que vaya bien durante la carrera que esta por comenzar, ese pedido de suerte, que los italianos suelen expresar a través de un particular ‘In bocca al lupo’. La siguiente imagen fue un efusivo abrazo de Rossi con Jeremy Burgess, con un comentario en el oído, que el final de la carrera, con el triunfo de Valentino, bien puede confirmarnos qué es lo que dijo: “¡Voy a ganar esta carrera!”. Dos acciones que, a modo de anticipo, revelaron una indudable determinación de ganar, impulso visceral que guío la mano del ocho veces Campeón Mundial.
El Manual Rossi en acción. Parece una afirmación obvia, pero es así: cuando Valentino tiene la Yamaha al borde de la perfección y esta confiado en ella, es casi imposible ganarle. Algo que empezó a insinuarse en el instante final de la clasificación, con la pole position en el bolsillo, luego de una demostración de autoridad en el show acuático de clasificación –producto de una hora continúa de lluvia–, donde relegó a Jorge Lorenzo y a Casey Stoner, al segundo y al tercer puesto de la primera fila de la grilla de salida. Para Valentino era su primera pole position sobre la pista alemana.
Las 30 vueltas del GP de Alemania, pueden ser divididas, según el Manual Rossi en acción, en cinco partes o si prefiere, la obra de arte de Sachsenring, puede analizarse en sus cinco ‘movimientos’. Las distintas partes muestran que siempre la iniciativa estuvo en manos de Valentino, sea llevando detrás de sí al pelotón de punta, sea cediendo el liderazgo, para apreciar el potencial de sus rivales y poder establecer el siguiente plan de acción.
Entre la primera vuelta y la sexta, Valentino se puso al frente (“Tuve una muy buena salida”, confirmó el italiano), seguido de Pedrosa y Stoner. Como el australiano estaba fuerte y la Ducati rendía, pudo superar a la Honda de Dani Pedrosa, para ir a buscar a Rossi, hasta quien llegó en una de las últimas curvas de izquierda, para sobrepasarlo. “Al principio no conseguía ser agresivo porque el feeling con la moto no era excepcional”, dijo Casey, “pero mejoró rápidamente y decidí ir al frente para intentar permanecer en esa posición lo máximo posible”.
De esta manera, del séptimo giro hasta el 16to. fue el momento de Casey (tan renovado que la seriedad y concentración habitual en la grilla de partida se transformó en una charla muy animada entre Stoner, su mujer Adriana y un mecánico del team Ducati), pero pegado a la sombra de la Desmosedici GP9, en una diferencia que nunca superó los 0.288, estaba la Yamaha Nº 46. Diez vueltas de Stoner primero, con el control férreo de Valentino como escolta, seguidos de Lorenzo –ya instalado tercero– y Pedrosa, cuarto. Un tandem muy apretado, en el frente de batalla, separados por escasos 0.687, de Stoner a Pedrosa. “Me encantó la batalla con Stoner, pero hacia mitad de carrera yo estaba yendo un poco más rápido que Casey”, recordaba Valentino.
Inmediatamente después de mitad de carrera, el Manual de Rossi dice que “si se marcha primero seguido de un adversario hay que dejarlo pasar para estudiarlo de atrás”. Para ejemplo vale la competencia de Catalunya 2009, donde Rossi le cedía la punta a Lorenzo, para ese punto de carrera. Pero, también ese manual imaginario dice que “si se marcha segundo y el potencial del puntero no representa una amenaza futura, hay que recuperar la punta”. Esto hizo Valentino a partir del giro 17º al 25º. “Se me fue un poco de adelante en un par de ocasiones y bajé ligeramente el ritmo”, razonaba Stoner, sobre el sobrepaso de Rossi. Jorge Lorenzo aprovechó la situación para adelantar al australiano y ponerse al acecho de Rossi.
Bien se podría definir a Lorenzo como un ‘perro de presa’. Siendo su objetivo doblegar a Valentino, la persecución es su método. Viajó amenazando la posición del italiano, pegado a la Bridgestone trasera de la Yamaha 46, así que en la vuelta 26 fue al ataque y se instaló por delante de Rossi. “Hacia el final tuvimos otra pelea increíble con Lorenzo, que me obligó poner lo mejor, especialmente cuando él me superó, porque no lo esperaba”, reconocía Rossi. Pero nunca Jorge se pudo alejar más allá de los 0.173, así que la vuelta 29 mostró a Valentino al frente nuevamente, en escenas que parecían revivir el intenso duelo cuerpo a cuerpo final de Catalunya, pero aquella batalla, no sólo fue única, sino que nos empezó a acostumbrar a esta pelea 1-2 entre los integrantes Yamaha.
Cuando comenzaron la última vuelta, en la primera curva Lorenzo comenzó a adelantarse por afuera y Valentino se mantuvo pegado a la cuerda, así que cuando el mallorquín quiso acomodarse para el descenso no tuvo espacio para hacer valer su acción anterior y tuvo que enfilarse detrás de Valentino. “Valentino frenaba muy fuerte y cada más tarde”, se defiende el mallorquín. La vertiginosa corrida, de los 3.500 metros restantes hasta la bandera, fue para el infarto. Las dos Yamaha iban envueltas en llamas, a tal punto que, tanto Valentino como Lorenzo, alcanzaron su mejor registro (de las 30 vueltas) en este último giro. Y crease o no, Lorenzo marcó 1’22.209 y Valentino 1’22.231.
Esas 22 milésimas a favor de Lorenzo bien se podrían explicar, desde la mecánica por el efecto de la succión. Pero la mano impecable de Valentino es capaz de explicar por qué le ganó a Lorenzo por 0.099, una diferencia parecida a la conseguida en Catalunya. ¿Cuánto es 0.099? Nada. Por esa nada, Valentino sigue siendo más que Lorenzo.
“Fue muy duro, porque Sachsenring es lenta y retorcida, así que te obliga a usar toda el potencial físico para pilotear al máximo”, explicó Lorenzo, haciendo hincapié en el relativo estado físico después de la caída durante la clasificación de Laguna Seca, “pero fue muy bueno ver que pude pelear con Valentino hasta el final”.
De tal modo que, aunque los dos porten la misma Yamaha y para la marca japonesa haya sido 1-2 en Clasificación, como también fue 1-2 en carrera, el piloto Valentino sigue siendo más que el piloto Lorenzo. Sí, es cierto. Los dos hicieron que esta carrera, como la de Catalunya, sea inolvidable para todos los amantes de las competencias de motos, en especial para los casi cien mil privilegiados espectadores que hubo en Sachsenring. “Afortunadamente sin errores”, resumió Rossi acerca de esa electrizante vuelta final que lo llevó al triunfo.
“Creo que ha sido una gran carrera para todos, porque estuvimos los cuatro líderes del Campeonato luchando en forma muy apretada y con mucha fuerza”, planteo Valentino acerca de la batalla de Sachsenring, mientras Lorenzo reconocía, “Me pone triste perder otra carrera tan apretada, pero me reconforta saber que soy capaz de pelear con él”. Una gran verdad, es el único que hoy puede sostener un cuerpo a cuerpo final con The Doctor.
Con este cuarto triunfo del 2009, Valentino Rossi alcanza las 101 victorias y los 159 podios de su historial, igualando otra marca imposible de Giacomo Agostini.
En los giros finales, Dani Pedrosa que estaba cuarto consiguió superar a Casey Stoner, para acceder al podio, como tercero a 2.899. “Creo que Dani en un momento ha dado una vuelta increíble, medio segundo más rápido que todos”, decía el australiano para ayudar a entender aquella pasada, pero el retraso final tuvo que ver “que se me iba de atrás”. Casey aprovechó para agradecer a su equipo, “por haber cerrado filas alrededor de mí en las últimas semanas”.
Detrás de Stoner (a 10.226), unos once segundos después, finalizó quinto Alex de Angelis (a 21.522) con la Honda Gresini, en una de sus mejores carreras.
La pelea por el sexto lugar entre Marco Melandri, en un fin de semana espectacular con la Kawasaki del Hayate Racing, contra Toni Elías (Honda), tuvo un final de película, doblando los dos juntos la última curva, pegadísimos, para cruzar primero el español (a 30.852) y luego el italiano (a 31.301).
Para Nicky Hayden fue el octavo lugar (a 31.726), muy cerca del dúo Elías-Melandri. “La moto indudablemente permitía hacer más de lo que he traído a casa”, se conformó el americano.