










En la noche del sábado, el salón de la comisión de fomento de General Campos, estaba vestido de gala. Todo armado, para llevar a cabo la cena coronación de Eber Carlos Ampugnani "el pitufo" del speddway.
Allí, su gente había montado un escenario, adornado con la moto que lo catapulto al escalón mas alto del invernal de speedway en 50 cc menores, sus trofeos, algunos cuadros. Una bandera hecha por sus compañeros de colegio, donde resaltaban el apodo de pitufo, y realzaban su condición de campeón.
Las mesas, impecablemente preparadas, y como centro de cada una de ellas un trofeo del pitufo. Todo estaba presto, la ansiedad, rondaba el salón. La emoción, era la invitada de lujo, para recibir al campeón.
Una comunidad feliz por esto, pero también feliz, por otros hechos que la involucran, el centenario, que ya está encima, la 4ta del futbol del Club Unión que se consagro campeona en inferiores en la zona sur tras ganar en Bernasconi, y también, como Eber, quiso regalarle un titulo a su querido General Campos, y si todo sale bien, la primera, de la mano, de Rigano (aquel férreo e impecable marcador de punta de sporting de Punta Alta, que brillara en el rojinegro puntaltense en la década del 70), hoy devenido en técnico, puede regalarle a esta cada vez más pujante localidad otro título, consagrándose campeón de la copa presidentes zona sur.
Por eso la ansiedad y la emoción flotaban en el aire del recinto, estaba en la mente y el corazón de cada habitante de General Campos, y los motivos sobran y están a la vista.
Y retomando el hilo de la fiesta de Eber, todo comenzó, con un cuento, escrito, e impecablemente leído por una prima del pitu, lo que ya le puso la primer cuota de emoción, a una noche que pintaba , un clima de fiesta total. Cuando termino de leer el hermoso cuento, el cual narraba la historia de este pequeño gigante desde sus comienzos hasta ahora, en un juego, de metáforas e imágenes sensoriales, que a través del relato, nos hacia vivir una película y emocionarnos con ella, Eber Carlos Ampugnani, el sublime campeón, irrumpió en el salón, acompañado por un compañerito, y el aplauso de reconocimiento, no se hizo esperar y de todos los sectores, su gente lo recibió con una ovación, de pie, (como se recibe a los grandes) y dando rienda suelta, a través de ese aplauso, a toda la emoción contenida en cada uno de ellos. Al llegar al pie del escenario lo recibimos, le dimos la bienvenida, el pitufo agradeció a su gente, y luego le dimos la gran sorpresa, porque allí, presente, pero sin que el supiera estaba su ídolo, el campeón de 500cc , Matias Lopez "el rayito de Carhue", quien esperaba afuera, y entonces invitamos a Eber que fuese a abrir la puerta y recibiera a alguien muy especial para él y la emoción volvió a decir presente, y ambos pilotos, ambos campeones, uno en la mas chica, el otro en la más grande, avanzaron, el tramo de la entrada hasta el escenario, con la alegría y la emoción retratada en sus rostros y el corazón, presto a jugarles, una trampita en cuanto a lo emotivo y permitir que alguna lagrima traviesa se escape, y otra fuera reprimida con esfuerzo.
El publico aplaudió a ambos, invitamos a Matias a decir unas breves palabras, y este hecho a volar el pájaro de sensaciones bellas que se agolpaban en su pecho y en su corazón, y felicito al pitufo por el título y agradeció a la familia del mismo, y a General Campos por haberse acordado de él y haberlo invitado. Los aplausos, el abrazo, las fotos de rigor, y luego, antes de dar comienzo a una magnifica cena, un orgulloso intendente, llamado Mario Roth, hizo entrega de una plaqueta a este pequeño gladiador del ovalo del speedway. Nuevamente la emoción, los saludos, las fotos, y a disfrutar de una cena increíble, muy bien atendida, y con una gente increíble.
Esa gente simple, sencilla, humilde, sin careta que como es su costumbre, porque es la esencia del pueblo, brinda a quienes llegamos de afuera toda su hospitalidad, todo su cariño y respeto. Algo, que no en todas partes se encuentra.
Luego llego el momento del brindis, y nos toco, como locutor, hacer una reflexión sobre el camino recorrido por Eber y su gente. Y entonces, no dudamos en destacar, su temple de campeón, sus condiciones de piloto, su simpleza, el esfuerzo de su familia, y toda una comunidad, que hizo todo lo que estuvo a su alcance, para que el sueño del pitufo, sea realidad. Y pudiera despertar de él, con un titulo, debajo del brazo, para ofrendárselo a su gente, esa que lo acompaño anoche y lo acompaño, durante, esta odisea que fue la obtención de un titulo.
Un título conseguido, con aplomo, con madurez, paseando la magia de su manejo y su andar por todos los circuitos, ganándoles a todos, como para que no queden dudas, y darles una inmensa alegría a los suyos, y tapar las bocas, de los que pensaban, que un piloto, salido de una pequeña localidad, sin demasiadas posibilidades de contar con los medios mecánicos, con que cuentan los de los grandes centros urbanos, pudiera alzarse con un titulo de tal envergadura.
Pero Dios demostró una vez mas ser justo y sabio, y guio los pasos y el andar de Eber, hasta la victoria final.
Eber, es un pequeño piloto con mucho camino para recorrer, con mucho por aprender, pero también es un piloto con personalidad, en la pista un gigante, debajo de la moto un chiquitín pícaro, juguetón, como cualquiera a su edad. Le vemos un horizonte de 500cc. Y aunque es muy prematuro aun, si sigue trabajando así, cuando pase el tiempo, y este a punto, lo imaginamos también, con un futuro Europeo.
Mucho tiene que ver en esta brillante performance de Eber, su primer mecánico, el que le enseño los primeros pasos, (quien te enseña a caminar bien, te marca el rumbo correcto), y “tito” Kreder, hizo eso y mucho mas, porque no solo lo formo, sino, que le brindo el cariño, de un tío postizo, de un familiar cercano. No solo trabajo en su moto, sino, que le puso el alma, por eso tito, hoy es parte de esto, y con muchos años con las motos, no me equivoco si digo, que “tito” Kreder, es un grande.
Hoy otro mecánico atiende la moto de Eber, y ha demostrado, saber afinarla, como un lutier, a un Stradivarius, y es otro componente importante de este título y me refiero a Pablo Didino.
El espejo, que significa su ídolo, Matias Lopez, también ha sumado, porque mirarse en un espejo grande, hace que tu figura se acreciente, se agigante, y eso le ocurrió al pitufo, y fue un eslabón mas de esta cadena, que tuvo como resultante final , un titulo de campeón invernal de speedway, 50cc, menores, temporada 2011.
A estos, nombrados recientemente, hay que sumar la familia, tal vez la piedra fundamental, en la solidez del piloto, y a un pueblo, que lo banco, porque sabía, que un digno representante de su vientre, les iba a dar una satisfacción, como también les ha dado Leo Schlosser, quien en 200cc, a pesar de no haber corrido todas las carreras, cuando estuvo en pista, no desentono, y el legendario Carlos cacho gambeta, a quien no podemos dejar de mencionar, porque es otro, que ocupa la galería de los grandes, no tanto por los logros deportivos, sino, por su dilatada trayectoria y por estar presente en cada campeonato.
De esta manera fuimos invitando al pie del escenario para el brindis, a “tito”, a Pablo, a Matias, al intendente Mario Roth, a la concejal Silvia Pelayo, y a la familia de Eber, quienes, alzaron la copa para mezclarse con la comunidad allí presente en un brindis que encerraba mucho más que el festejo de un titulo, encerraba el amor de un pueblo a su pequeño ídolo, encerraba , la dulce sensación, de un centenario que se viene; encerraba sueños, ilusiones, y proyectos, de una localidad que jamás se detiene, porque tiene el tesoro más grande que cualquier comunidad pueda soñar, el tesón y el coraje de su gente.
Después de esto el baile no se hiso esperar y la música del DJ Pablo Echenique emergió en el salón, y el publico colmo la pista, poniéndole alegría, como enlazando con un moño gigante, a una noche de fiesta, elevada a la máxima potencia.
Por todo esto, por lo que nos brindaron y nos brindan cada día, desde Noticias Virtuales, y desde lo personal, felicitaciones y gracias pitufo, que puedas seguir haciendo de las tuyas en el estival, que ya se viene, gracias a la familia de Eber y por ultimo gracias pueblo de General Campos por tanto. Las palabras se terminan, cuando hay que definir la grandeza de tu gente. Solo, lo podemos sentir y llevar en nuestro corazón. Sigan apoyando a este pequeño gran gigante, que está dispuesto, como el gran Carlo Magno, a seguir conquistando lauros, para su pueblo. Y sigan creciendo como pueblo de la misma manera.
Gracias por todo, simplemente un eterno gracias.
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