
El tiempo pasa y los resultados no llegan. Por más cambios y mejoras que incorporan a la Ducati Desmosedici GP12, los resultados no acompañan. El equipo abandona Sepang sin ocultar su decepción, el primer de ellos, el propio Rossi.
Valentino Rossi siempre ha sabido ser grande a las duras y a las maduras, y ahora que las cosas no terminan de rodarle bien, sigue dando la cara. El piloto italiano ha abandonado Sepang bastante decepcionado, como el resto del equipo, porque confiaba en recortar las diferencias con las mejoras incorporadas en estas pruebas, pero la distancia sigue siendo prácticamente la misma, y la sensación de estancamiento se hace presente. El optimismo contagioso de las pruebas de hace un mes ha desaparecido de sus rostros, y Rossi encara el futuro asumiendo la realidad de su situación. Los problemas en la entrada en curva persisten, y no consigue pilotar bien, como a él le gustaría. A pesar de haber dado la vuelta completamente a la Desmosedici, como si fuera un calcetín, Rossi no ve una salida a su situación, no al menos a corto plazo, a pesar de reconocer que la nueva electrónica funciona correctamente.
“La única nota positiva del día es que hemos reducido la diferencia con los de delante un poco”, dice Rossi. “Estábamos a 1”2, y ahora estamos a 1 segundo. También es agradable ver que la nueva electrónica funciona bien, pero duele estar tan abajo en la tabla de tiempo en comparación con todos los demás. Hemos probado un montón de cosas con el objetivo de dar un paso adelante desde la primera prueba pero, desgraciadamente, no hemos sido capaces de hacerlo y ahora estamos peor. Me resulta más duro pilotar bien en comparación con hace tres semanas, especialmente mi velocidad de paso por curva. Es cierto que estas pruebas han sido más difíciles en términos de climatología y condiciones de la pista, pero parece que nos afecta más a nosotros que a los demás”, explicaba Rossi, sin querer justificar las dificultades ni buscar excusas.
Rossi se ha quedado con la sensación de haber podido hacer más, o al menos haber mejorado sus registros y figurar en un lugar más destacado de la tabla, aunque reconoce que unas décimas más rápido le seguirían dejando bastante por detrás de los hombres de cabeza: “Tampoco hemos tenido suerte porque en el mejor momento del día, cuando yo había marcado 2’01”5 y teníamos algunos neumáticos para intentar bajar el tiempo, tuvimos un problema con la horquilla que nos hizo perder tiempo. Quizás sin eso habríamos reducido en tres o cuatro décimas, aunque nuestro ritmo sigue todavía siete décimas por detrás. Honestamente, no es una gran diferencia, pero en cualquier caso todavía estamos detrás. No estamos satisfechos con cómo nos han ido las cosa esta vez, pero tenemos que intentarlo y trabajar duro, y ver qué sucede en Jerez, cuya pista es muy diferente a ésta, con diferente climatología y temperatura. Veremos como nos va allí”, concluyó Rossi, sin poder ocultar su decepción.
MOTOWORLD.ES